Читать книгу Exabruptos. Mil veces al borde del abismo онлайн

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El martes por la noche se presentó la recomendada de Sara. No tenía ningún tipo de referencias e incluso parecía hasta sin experiencia. Era una mocosa de diecisiete años, delgada, relativamente baja, de escaso nivel sociocultural, pero, según su locuacidad, con hartas ganas de ganar dinero. Se veía un poco cómica aparentando ser una mujer hecha y derecha, vistiendo minifalda, la que no le alcanzaba a cubrir casi nada y calzando unos zapatos rosados taco aguja muy altos. Tanto sus ojos como los labios, eran un verdadero arcoíris de colores. Luego de conversar con ella, para saber algo de su vida y así conocerla mejor, le dio algunas recomendaciones sobre Cristián, relacionadas con el régimen de comida, sueño y juegos. También se trató el día de asueto, sueldo y aspectos relativos a su vestimenta.

–¿Estás dispuesta a quedarte de inmediato?

La chica no se hizo de rogar y contestó esperanzada:

–¡Sí, señor!

–¡Qué bueno! Felicitaciones –le dijo, con un apretón de manos–. Te indicaré cuál será tu pieza y después de comer podrás acostarte a descansar. Mañana comenzarás tus labores.

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