Читать книгу Nuestro maravilloso Dios онлайн

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Fue así como uno tras otro desfilaron ante Samuel los hijos de Isaí, pero ninguno resultó ser el elegido de Dios. “Entonces dijo Samuel a Isaí: ‘¿Son estos todos tus hijos?’ Isaí respondió: ‘Queda aún el menor, que apacienta las ovejas’ ”.

La palabra hebrea haqqaton, usada para indicar que David era “el menor”, también podría sugerir la idea de “insignificante”, de “no importar mucho”. Sin embargo, fue precisamente David, el más joven, el menos impresionante, el que realizaba el trabajo más humilde, a quien Dios escogió para ser el siguiente rey de Israel. ¿No es esto maravilloso? Dios vio en David lo que nadie más vio. Vio los rasgos de carácter que un día lo convertirían en el más grande de los reyes de Israel.

¿Por qué es significativo este pasaje de la Escritura? Porque el mismo Dios que vio en David lo que nadie más vio, y lo escogió, también ha visto en ti los mejores atributos de tu carácter; y te ha escogido, no solo para reinar con él, sino además para que lo representes hoy dondequiera que estés.

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