Читать книгу 100 Clásicos de la Literatura онлайн
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El gobierno de Francia estaba furioso por la fuga del reo y no reparó en medios para descubrir y castigar al liberador. El plan de Felix se descubrió rápidamente y De Lacey y Agatha fueron encarcelados. Tales noticias llegaron a oídos de Felix y lo despertaron de su placentero sueño. Su padre, anciano y ciego, y su dulce hermana se encontraban ahora en una maloliente mazmorra, mientras él disfrutaba de la libertad y de la compañía de su enamorada. Esta idea lo atormentaba. Acordó con el turco que, si este último tenía la oportunidad de huir antes de que Felix pudiera regresar a Italia, Safie podría quedarse en calidad de huésped en un convento de Livorno; y después, despidiéndose de la encantadora árabe, se dirigió apresuradamente a París y se puso en manos de la ley, esperando de este modo liberar a De Lacey y a Agatha.
Pero no lo consiguió. Permanecieron presos durante cinco meses antes de que tuviera lugar el juicio, y el fallo del mismo les arrebató su fortuna y los condenó al exilio perpetuo de su país natal.