Читать книгу 100 Clásicos de la Literatura онлайн

734 страница из 1361

―Pero seguramente hará una excepción conmigo. Unos segundos tan sólo…

―El caso es que no puede ser. Porque en este momento no está en casa. ―Y mientras afirmaba seriamente esto, Teddy trataba de adivinar si su madre había salido ya por la ventana como otras veces tuvo que hacer.

―¡Vaya, sí que lo siento! Volveré otro día. ¿Es ése su estudio? ―mientras hablaba se esforzaba por entrar en el aposento.

Teddy hizo honor a su apelativo de «león». Con firmeza mantuvo a raya al intruso.

―No. No lo es.

―Usted podría ayudarme. Por ejemplo: ¿qué edad tiene la señora Bhaer? ¿Dónde nació? ¿Cuál fue la fecha de su boda? ¿Cuántos hijos tiene?

―Verá…, tiene cerca de sesenta años; nació en Nueva Zembla; hoy, precisamente, se cumplen cuarenta años de su boda y tiene once hijos.

La disparatada respuesta y la cara totalmente seria de Teddy contrastaban tanto, que el periodista se echó a reír. Se daba por vencido.

Pero en el mismo instante irrumpió en la casa una señora seguida por tres muchachas recién acicaladas.

Правообладателям