Читать книгу 100 Clásicos de la Literatura онлайн

773 страница из 1361

Al oír las risas de Jossie y sus amigas, Teddy convirtió hábilmente su estéril lucha en una danza salvaje. Jo le miraba con una mal reprimida sonrisa.

―Es un auténtico potro por domar.

―Puede que tengas razón. Pero en todo caso, un auténtico potrillo pura sangre. Tiene carácter y no se arredra por nada.

―Estos «cuadros» que acabamos de ver enmarcados por las ventanas ―dijo Jo― son cuadros de vida y animación. Tal vez en algún libro salgan reproducidos algún día. Me has dado una buena idea.

Jorge «Relleno» y Dolly también asistieron a la fiesta. Aposentados en un rincón, junto a una mesa atiborrada de golosinas, se dedicaron durante la velada a comer y criticar.

Se esforzaban en aparentar finos modales y en hablar en forma distinguida, pero sus intentos se contradecían con la prisa y voracidad con que engullían sin parar. A pesar de todo, para ellos todo resultaba vulgar, basto y pueblerino.

En otro rincón tuvo lugar una conversación muy interesante.

―¡Es una fiesta magnífica! ―exclamó una muchacha mirando admirativamente a su alrededor―. ¿Te diviertes?

Правообладателям