Читать книгу 100 Clásicos de la Literatura онлайн

803 страница из 1361

Pero la intervención de Jo no fue necesaria. Sabido es que en materia de amor las intervenciones ajenas tienen poca efectividad.

CAPÍTULO VIII

LA SIRENITA ACTRIZ

Mientras que los dos hermanos habían pasado tan mal trago, Jossie se divertía extraordinariamente en Rocky Nook. Los Laurence sabían convertir el descanso veraniego en algo atractivo en grado sumo.

Bess adoraba a su primita. Por otra parte, Amy estaba decidida a pulirla por considerar que tanto si llegaba a ser actriz como si no, una perfecta educación social le sería muy conveniente.

Jossie y Bess estaban pasando unos días maravillosos. Juegos, excursiones por las vecinas montañas, baños en el mar, largas galopadas y animadas reuniones se sucedían sin interrupción.

Todo el mundo las colmaba de atenciones. Era lógico que no deseasen nada más.

Sin embargo, Jossie estaba interiormente inquieta. La causa estribaba en la señorita Cameron, su famosa e inaccesible vecina.

La señorita Cameron era una actriz de primera categoría. Una auténtica gloria de la escena que después de una cargadísima temporada, y, según se decía también, a causa de un desengaño amoroso, se había recluido a descansar en una magnífica torre cercana a la de los Laurence.


Правообладателям