Читать книгу La dama del perrito y otros cuentos онлайн

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—¡Cómo! ¿Entonces tu mujer no tenía relaciones con el jefe de policía? —se asombran todos.

—Era un truco mío. ¡Pero me doy cuenta de que todos to creyeron!... ¡Con qué habilidad los engañé a todos!

Después de esta ostentosa declaración todos guardamos silencio durante un buen rato. Nos sentíamos ofendidos de que este viejo gordo y de nariz voluminosa se hubiera burlado de nosotros.

—No te saldrás con la tuya. Espero que te cases otra vez. Te aseguro que no nos volverás a engañar —murmuró alguien.

Veraneantes

Una pareja de recién casados recorría incesantemente el andén del lugar de veraneo. Él la tomaba del talle; ella se estrechaba contra él y ambos se veían felices. A través de los jirones de nubes, la luna parecía mirarlos con el ceño fruncido. Era muy posible que sintiera envidia y despecho por su tediosa y forzosa virginidad. En la quietud del aire se sentía el aroma de las lilas y las acacias. Más allá de las vías, un pájaro cantaba con agudos chillidos.

—¡Estar aquí es magnífico, Sascha! —dijo la recién casada—. ¡Casi podría pensar que estamos soñando! ¡Ese pequeño bosque nos contempla con calidez y cariño! ¡Hasta los postes telegráficos nos cobijan con su firmeza!... Al verlos, Sascha, siento vida en el paisaje y confío en que allá, en alguna parte, hay otras personas, una civilización... ¿No te llega a embelesar el débil ruido de un tren que pasa? —Claro que sí, pero... ¡tus manos están muy calientes! Tal vez es porque tienes muchas preocupaciones. Varia... ¿Qué vamos a cenar hoy?

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