Читать книгу Devenir animal. Una cosmología terrestre онлайн

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¡Glup! La boca de una trucha se abre cerca de la superficie del estanque, atrapa una mosca y vuelve a hundirse en las profundidades verdes. Esa intersección de mundos irradia olas concéntricas que empujan a los zancudos y algunas hojas que flotan. Al acercarte a la orilla, miras a través de la oscuridad para vislumbrar algún pez que esté al alcance de la vista. Una ramita se quiebra debajo de tu pie, seguida de un leve traqueteo de pezuñas que se internan en la lejanía cubierta de agujas. Es una vibración que tu torso percibe más que tus oídos. Ahora caminas con más cuidado, mirando hacia abajo para evitar las raíces expuestas y las piedras angulosas aquí y allá, salpicadas de negro y de líquenes crujientes y anaranjados que se extienden sobre sus superficies moteadas. Aire fresco entrelazado con exhalaciones anfibias se desliza por tu garganta; el aroma de los retoños mordisqueados por los castores se filtra en tu cerebro. Otra trucha salta, rompiendo la superficie. Los zancudos se balancean hacia adelante y hacia atrás sobre las ondas.

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