Читать книгу Sombras en la diplomacia онлайн

33 страница из 117

—¿Cuándo tendrás el periodo? —preguntó Daniel de improviso. Edit se sorprendió ante la pregunta. Y se sorprendió debido a que era la primera vez que se la planteaba. A lo largo de los años que llevaban conviviendo, nunca se había interesado por un aspecto tan femíneo en la vida de su esposa.

—¡Daniel! ¿A qué viene esa pregunta?

—Es importante.

—¡Explícamelo, por favor!

—Es muy sencillo a la vez que natural. Ya sabes que durante los últimos años no hemos viajado a Suiza. En esta ocasión no podremos visitar a Amiel, que es quien nos ayuda a conservar nuestros ahorros de una manera segura, y en consecuencia tendremos que arreglarnos con lo que tenemos en resguardo.

—Muy bien. Eso ya lo debías de tener pensado, ¿no?

—Sí, sí. Pero existe un pequeño problema. Vamos a tener que pasar varios puestos fronterizos y, a pesar de tener permisos como ciudadanos españoles, es posible que suframos cacheos, registros y búsquedas no deseadas.

—¿Registros? Eso es lo normal, y más en esta época y escenarios.

Правообладателям