Читать книгу Una casa es un cuerpo онлайн

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La casa es vieja y se mueve sobre sus estribos, para asentarse. A Reggie no la sobresaltan los ruidos de la casa, vive calle abajo en una casa vieja que es suya, pero duerme aquí desde que llegó la muerte. Sin dormir, sino acostada insomne en la habitación intermedia entre la de su primo y la de la bebé, siempre en alerta por los lloriqueos cuando se despierta con hambre, y en alerta por Mark, que gime en sueños, nunca palabras, solo resoplidos y gruñidos. Ve en los ojos de él despierto la confusión aturdida de una criatura muy pequeña. Las mejillas secas y cetrinas como un papel, las mismas mejillas que besó ella con bendiciones cuando él se casó, y besó con suaves bendiciones las mejillas suaves de la novia.

Reggie arrastra el hilo a través de la tela. Hace su trabajo al tacto, no con la vista, siguiendo por instinto la curva de la tela. Qué violento el arreglo, la aguja perfora y perfora. Es un buen tapado, un tapado fino, que ha contenido el cuerpo de Chariya durante años, incluso cuando el vientre estaba hinchado de bebé y el botón no llegaba al ojal. Una vez que termina, corta el hilo con los dientes y se cubre los hombros con el tapado.

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