Читать книгу Amarillo онлайн
17 страница из 24
Por otro lado, pensaba en Pilar. ¿Cómo podía acostarse conmigo? Está bien, es actriz profesional y de las buenas. ¿Pero también era sado? Me imagino a mí teniendo que acostarme con un tipo, y agradezco estar desconectado de mis sentidos porque estaría teniendo arcadas y no de estrella porno sino de embarazada en su avant première. Conmigo parecía pasarla genial y hay cosas que no pueden fingirse. O evidentemente sí. No, no es que me la creyera, pero llevábamos cinco años juntos y si algo funcionaba bien entre ambos eran los episodios triple X. No entendía nada. Pero que me había pisoteado el ego con zapatos de taco aguja, eso seguro. Y hablando de agujas, empecé a sentir pinchazos y una electricidad recorriéndome a lo largo. ¿Estarían aplicándome antibióticos intravenosos en la clínica? Eran de suma importancia, ya que en estado vegetativo cualquier infección o virus basta para cortar el cordón de plata. Sí, también sentía y oía —con cierta interferencia— lo que pasaba en la clínica. Volví al semipiso. Traté de buscar alguna explicación para asimilar el trago amargo. Pilar era actriz, aunque actores fuéramos todos los seres humanos en general a la hora de sobrevivir o salirnos con la nuestra, y seguro me usaba como catalizador para avanzar en su carrera. Aunque, créanme, si así fuera no lo necesitaba en absoluto. Si algo admiraba en ella eran sus apasionadas interpretaciones, su disciplina y velocidad para aprenderse un texto en tiempo récord y su respeto al escenario.