Читать книгу La conversión es un proceso. En las Confesiones de San Agustín онлайн
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De esta manera la causa del mal se opone a la de Dios y no ha sido creada, sino que coexiste junto a Dios desde siempre, limitándolo.
También le metieron los maniqueos ideas aberrantes sobre el hombre. Él mismo confiesa no saber lo que es el hombre ni lo que significa ser “imagen de Dios”. Llegó a pensar que era igual a Dios en naturaleza.
Pensaba al hombre como una parte de la masa corporal de Dios. El principio de que todo lo que existe es corpóreo le impedía llegar a un conocimiento de la naturaleza del alma; más aún, la misma facultad de pensar e imaginar no la podía concebir sino de un modo materialista. También en lo que se refiere al comportamiento humano, la moral, su pensamiento seguía rumbos equivocados.
2.2.4. Autocrítica de este período maniqueo
Agustín interpreta este período como de máxima gravedad. Lo compara con los cuentos de fábulas.
Adoctrinado por los maniqueos llega al materialismo más aberrante, como lo demuestra su concepción pansiquista5 del universo, su incapacidad de pensar y admitir otra realidad que la corpórea, convirtiendo tanto a Dios como al principio del mal en masas corporales.