Читать книгу La conversión es un proceso. En las Confesiones de San Agustín онлайн

24 страница из 39

De esta manera fue descendiendo a las profundidades del abismo, prostituido, obnubilado, hambriento de verdad, sumido en una angustia vital.

El maniqueísmo lo metió en un círculo vicioso del que era muy difícil salir. Dada su concepción del mal, Agustín nunca se reconocía pecador, pues el pecado era una fuerza externa del hombre.

Viviendo bajo el impulso de la visión de la carne, llegó a tal extremo que hasta su misma madre lo apartó de su mesa.

En resumen, Agustín condensa esta etapa diciendo: “Casi nueve años, durante los cuales continué revolcándome en aquel abismo de lodo y tinieblas de error, hundiéndome tanto más, cuantos más esfuerzos hacía por salir de él” (L. III, c. XI).

2.2.5. Otros aspectos de la vida de Agustín

Muchos de los aspectos de la vida de la primera etapa de la adolescencia se arraigan en el corazón de Agustín. Durante este tiempo se une en concubinato a una mujer, madre de su hijo Adeodato.

Cayó en la consulta de las artes matemáticas por afición y porque no ofrecían sacrificios en sus adivinaciones. Su maldad estriba en que sujeta la libertad humana al determinismo de los dioses. Esta práctica de la adivinación estaba bastante arraigada en él.


Правообладателям