Читать книгу Segunda virginidad онлайн

12 страница из 28

¿Bueno? Hello!

Isabela, con peras atoradas todavía en la garganta, explaya el resumen de la ruptura.

Es que no sabemos casi nada de él, Isa, lo conocimos demasiado random en Kino, dice Paula.

Isabela se muta en el recuerdo de la playa, él atrás de ella en la banana, Isabela curvando la espalda para sacar las nalgas hacia la visión de Sebastián pero el rebote obligándola a curvarse al revés, jorobada, agarrada con fuerza del mango del flotador.

Ya va a empezar mi clase de equitación, dice Paula. Pero no estés triste. ¿Quieres ir conmigo a la fiesta de la Melissa?

Ay, no sé, contesta Isabela.


La iglesia con poca gente se ve más alta, más luminosa, las velas como estrellas de mármol vivo bajo el sol dividido en rosetones. Isabela llega antes de la misa de domingo para confesarse, pelo trenzado, bolsa nueva. En la fila, saluda con un gesto manual, automático, al Ernesto Molina y a la Adriana Saltimonte. Qué linda la pareja. De toda la vida. Ambos concentrados en el sagrario, sus manos huesudas entrelazadas.

Правообладателям