Читать книгу Segunda virginidad онлайн

17 страница из 28

A Sebastián le gusta saber que todavía la trae. Trae su tono de coqueto, cada frase que dice la acaba en Isa: oye, Isa, a ver, Isa, dime, Isa, quiere saber todo lo que ha hecho desde que no se hablan, con quién ha hablado, a dónde ha ido, si se ha dado un beso de lengua con alguien más.

Dime la verdad.

Isabela le dice:

Dime tú primero.

Sebastián le dice que sí, el viernes pasado, en Boston, con una de allá que conoció en la graduación de su primo. En un camión que rentaron con luces y música alta, en vez de asientos era una pista para bailar, iban tomando vodka.

Fue ella la que se acercó, dice Sebastián.

Isabela, con el corajito-orgullo, imaginándose a una rubia casquivana divina, le contesta que ella también se dio un beso de lengua. Sebastián no le cree. Isabela dice los detalles para confirmarle: el sábado en una quinceañera.

Dime con quién, dice Sebastián.

No te voy a decir, dice Isabela.

Pues lo mío era mentira, dice Sebastián, yo no me di beso con nadie. Yo seguía pensando en ti.

Правообладателям